jueves, 7 de mayo de 2009

EL SUPERAGENTE 86


Corría el año 1965. El presidente norteamericano Lyndon B. Johnson ordenaba intensificar la lucha en Vietnam. El líder negro de los derechos civiles, Malcolm X, era asesinado en el Harlem. El activista César Chávez bregaba por organizar un sindicato nacional de trabajadores rurales de Estados Unidos, resultando en huelgas y revueltas. Las luchas independentistas eran moneda corriente en Asia y África. El Che Guevara se había desvanecido y nada se conocía sobre su paradero. En la Unión Soviética, Nikita Khrushchev había sido obligado a renunciar el año anterior a su cargo de Primer Ministro y fue sucedido por Alexei Kosygin. La carrera espacial y la guerra fría estaban en su apogeo. Espionaje y contraespionaje eran vocablos comunes. Pero todavía faltaba el “recontraespionaje”. En cine, James Bond, el paradigma del agente secreto, había debutado en 1962 con El Satánico Dr. No y ya iba por su cuarta película con suceso creciente. La respuesta de la TV no se había echo esperar a ambos lados del Atlántico: ya estaban en el aire, entre otros, John Drake, Napoleon Solo e Illya Kuryakin, John Steed y varios más. Pero, si bien algunos de ellos tenían ciertas dosis de humor en mayor o menor medida, generalmente se tomaban muy en serio. Con este marco referencial, Dan Melnick, integrante de la productora Talent Associates, tuvo la idea de sumarse a esta corriente desde la sátira y la parodia. Luego de convencer a sus asociados, Leonard Stern y David Susskind, de la viabilidad del proyecto, se abocó a la tarea de darle forma. A tal efecto entró en contacto con Mel Brooks, que estaba en campaña para reunir el dinero que financiara su primera película, tras años de aportar chistes para otros shows televisivos. Viendo la chance de poder cristalizar su propio proyecto, Brooks acordó crear la serie. Pero había un problema: su falta de disciplina para el trabajo. Las ideas graciosas bullían en su cabeza pero odiaba trasladarlas al papel. Fue así que Melnick lo puso a trabajar junto al escritor Buck Henry a fin de que todo aquello se consolidara en forma coherente. La cadena ABC se mostró interesada y sugirió al actor Tom Poston como protagonista, lo que fue aceptado en un principio por la Talent. Sin embargo, la ABC rechazó de plano el guión original por considerarlo “demasiado duro”. Como receta para “suavizarlo” pidieron que se incluyera en la historia a la madre del agente y a un perro que lo acompañara. Brooks transó con lo del perro, pero se negó rotundamente a aceptar lo de la madre, aduciendo que eso destruiría la integridad de su personaje. La reescritura fue nuevamente rechazada por la cadena, que seguía sin verla para nada graciosa. Y esta vez fue definitiva para ellos. Melnick no se rindió y pasó a tratar con Grant Tinker, ejecutivo de la NBC, que le encargó un episodio piloto. El protagónico le fue ofrecido a Don Adams en esta oportunidad, quien incialmente no estaba muy entusiasmado, pero decidió acepar al conocer el envolvimiento de Mel Brooks en la cuestión. Así, El Superagente 86 (Get Smart! en su país de origen) finalmente tuvo vía libre, debutando el sábado 18 de septiembre de 1965 a las 20.30.

ARTÍCULO COMPLETO EN EL # 1 DE LA REVISTA "UNDER COVER" / AGOSTO 1999

No hay comentarios:

Publicar un comentario