jueves, 7 de mayo de 2009

EL AGENTE DE C.I.P.O.L.


El Agente de C.I.P.O.L. (The Man from U.N.C.L.E. en el original) fue la respuesta de la televisión norteamericana a las popularísimas películas de James Bond. Dos superagentes, Napoleon Solo, agente N° 11 (Robert Vaughn) e Illya Kuryakin, agente N° 2 (David McCallum), forman un duo para combatir a la organización criminal internacional THRUSH. La sigla U.N.C.L.E. en un principio no respondía a nada en especial, sino que reflejaba la ambigua intención de los productores de, por un lado, no embanderar a la agencia con ninguna potencia especifíca mostrándola como internacional, pero al mismo tiempo aludir a los Estados Unidos en la figura del Tío Sam (Uncle Sam). Sin embargo, un sinnúmero de cartas recibidas en la NBC obligó a dotarla de un significado y así se llegó a United Network Command for Law and Enforcement. Toda esta elaboración era imposible de mantener en el doblaje en español y por lo tanto U.N.C.L.E. se transformó en C.I.P.O.L., que quiere decir Comisión Internacional para la Observancia de la Ley. La serie debutó en la cadena NBC el martes 22 de septiembre de 1964 a las 20:30 con el capítulo “The Vulcan Affair”. Toda esta primera temporada se emitió en blanco y negro, compitiendo en un principio con McHale’s Navy y The Tycoon, con Walter Brennan y Van Williams, que se daban en la ABC y La Hora de Red Skelton, que se veía en la CBS. C.I.PO.L. tenía su cuartel general secreto en Nueva York, oculto tras la fachada de la sastrería y tintorería de Del Floria (Mario Siletti). Se accedía a las instalaciones accionando la percha en uno de los probadores. El jefe de la agrupación fue Alexander Waverly, agente N° 1 (Leo G. Carroll), cuya función era asignar las misiones a los agentes y coordinar sus actividades. Este papel estaba previsto para Will Kuluva como Mr. Allison, tal como se mostraba en el piloto. Luego de aprobar este episodio los ejecutivos de la NBC dijeron que estaba todo bien pero que había que cambiar al jefe y así se produjo el ingreso de Carroll. Sin embargo, lo que los ejecutivos habían querido decir era que había que echar a McCallum: gracias a este malentendido la serie mantuvo a uno de los máximos atractivos que iban a cimentar su éxito. Era un momento en que novelas y películas de espionaje gozaban de tremenda aceptación. La TV ya había dado algunas muestras con Cita con la Muerte y Los Vengadores en las Islas Británicas, pero faltaba la opción norteamericana. La idea surgió de Norman Felton, que dirigía entonces la rama televisiva de la Metro Goldwyn Mayer y que venía produciendo programas medianamente exitosos desde principios de la década del ’50 (entre ellos Dr. Kildare y El Teniente), casi siempre en torno a lo policial y al drama. Decidido a subirse a la moda de los superagentes entró en contacto con directivos de la NBC, quienes a su vez le recomendaron hablar con Ian Fleming, el creador de los exitosos relatos de James Bond. Esta cumbre dio como resultado algunos detalles que luego se utilizarían en la serie, por ejemplo el nombre de “Solo”, pero disputas contractuales entre Fleming y Albert Broccoli (productor de los films de Bond, entre ellos Dedos de Oro que se estaba llevando a cabo en ese momento), impidieron que Fleming continuara ligado al proyecto. Superando esta dificultad, Felton llamó al director y guionista Sam Rolfe, encargado en definitiva de darle forma al programa, algo que ya había hecho antes con, por ejemplo, Revólver a la Orden, el recordado western con Richard Boone como Palladin. El personaje principal, Napoleon Solo, fue delineado como distinguido, elegante, fino, seductor, culto, con un grado en filosofía y ex-combatiente en Corea. Para corporizarlo se pensó primero en Robert Culp o Harry Guardino, quienes rechazaron la propuesta. Así, Felton recordó a Vaughn, a quien ya había convocado para una serie anterior, El Teniente. Como acompañante para sus hazañas se designó al agente ruso Illya Kuryakin para reafirmar la internacionalidad del ente. A la hora de elegir al actor, la fortuna quiso que Charles Bronson estuviera presente en el estudio junto a un actor escocés que había estado casado con Jill Ireland, unida por entonces a Bronson. El actor era David McCallum y la recomendación del duro hizo que accediera al rol de Kuryakin, que si bien estaba previsto como secundario, con el tiempo alcanzó tanta o más relevancia que el papel central. Durante la primera temporada la serie tuvo una medición de audiencia errática, con tendencia al fondo de la tabla del rating.

ARTÍCULO COMPLETO EN EL # 30 DE LA REVISTA "UNDER COVER" - ENERO/FEBRERO 2002

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